jueves, 21 de septiembre de 2017

Maquiavelo y los propósitos académicos. (Cristina y La Vuelta al Mundo )

Marie me llamó. el señor de la esquina estaba muerto. No era tarea de Marie notarlo. Era tarea de la única enfermera que tiene todo el servicio. Ella debió notificar a los médicos tratantes, cuando los parametros del monitor cambiaron. Lástima que Ella, no estaba en la sala de los pacientes críticos: una habitacion de 4x4mt cuadrados, con cuatro camas en las esquinas. De esas camas tubulares que teníamos en la finca, con cabezal de arabescos decorativos  pero infortunados a la hora de intubar. Paredes blancas, con fuentes para conectar el oxígeno soplando todo el día por las fugas, con frascos quebrados, amarillentos de tiempo y de guerra. Con monitores de alarmas silenciadas para no infortunar a los huespedes con su sonido ni tampoco con el incansable y agudo « ti-ti-ti » de un signo vital alterado. Por eso, porque literalmente no se escuchan sino las moscas y uno que otro paciente en delirio, ella no se dio cuenta de que algo estaba pasando. Ah, y posiblemente porque ella estaba en otra habitación con seis pacientes, u otra con dos pacientes o la VIP con un paciente; porque ella es la unica enfermera para 5 habitaciones donde conviven entre 17 y 21 personas con el corazón enfermo. Ella es la única que con su hijab le pone la cara a  esa turno de 40ºC e infortunadas 24 horas.

La cuerda se rompe por el lado débil, dice mi madre. Así, que ya con nuestro culpable señalado podemos continuar nuestro ejercicio analítico. Tal vez, los médicos, como en muchas culturas son semidioses, intocables, inmarsecibles tambien tuvieron un poco de culpa. En su sala de descanso hay un pantalla plana de 14'', transmitiendo latido a latido la vida de los que yacen en las camas arabescas.  Sus compases, su respirar. Un monotono reality show. Pero, la mayoría de las veces esa pantalla muestra nada. Muestra nada, porque así fue decidido y programado. Posiblemente, para evitar que los colores, las ondas y las luces titilantes distraigan  al personal de su meta primaria, que a poco tiempo de irme, aun no sé cual es.

Cuando Marie atraveso la puerta apresurada, supe que algo no estaba bien. Hice el gesto imperioso de correr intentando vender « esto es urgente » y sacar a mis colegas del sopor. Llevaba 2 semanas practicando con ellos compresiones de pecho en una almohada, manejo de la vía aerea en un elegante bolso de mujer, el cual, dócilmente podia ser intubado. Quién sabe cuantos minutos llevaba en paro. Es horrible tomar esas decisiones. Los médicos me miraban con ojos gigantes, como de caricatura japonesa, preguntandose que hacer mientras mi alma se retorcía preguntándose « deberían reanimarlo por propósitos académicos » ? y si es tan demalas que vuelve a la vida despues de tantos minutos de mas alla con medio cerebro frito ? y si no es él, como aprenderan a reanimar a alguien con buenos chances ? que pensará él, que pensará la familia… entre pensamiento y pensamiento, con Pepe'grillo dandome látigo solo dije : « quien es el líder » ?
(paréntesis : médico es el que tiene con que pagar. Médico es el que quiere tener una calidad de vida aceptable. Médico es el que tiene dinero para comprar su puesto en la facultad, y contactos para mantenerlo. Así pues, médico no es el que quiere untarse, el que quiere hacer, el que no le importa trasnochar, el que se saborea una cerveza despues con su colega mientras literalmente llora por el turno que acaban de pasar, por la incertidumbre, por la impotencia o por la satisfacción – como con los que he tenido la fortuna de trabajar toda mi vida-) 
Asi, que el líder, fue el médico mas cercano al presidente y su círculo de arcángeles que empezó a hacer compresiones en el pecho. Ya que las cosas habían sucedido me deje llevar por la pasión y empezó el espectáculo. Me alegro que haya sucedido de esa manera. Fue una oportunidad invaluable de practicar esas habilidades que infortunadamente no hay otra forma de aprender. Reanimar, es como montar en bicicleta : pedalee, caigase, evaluese, mejorese e intente otra vez. Siempre siguiendo las ensenanzas de tu hermano mayor que ya ha caido muchas veces. Para la medicina, el hermano mayor son los miles de estudios de colegas quemandose las pestañas y mostrándonos lo que sirve y lo que no. Gracias señor de la esquina, porque incluso en su transición fue capaz de aportar al bienestar de otros. Eso es vivir y morir con sentido.


Hablaba con Marie acerca del suceso. Fue algo de lo que me percate con el rabillo del ojo. Mientras nosotros estabamos embebidos en nuestra reanimación académica ( sigo juzgandome cuando lo digo) alguien de la comunidad estaba a mi espalda con su gorrito azul, su bata de hospital y su Corán orando en susurros para acompanar el trance de nuestro recién muerto.  Tan perfecto, tan oportuno, tan sigiloso, tan respetuoso que aun me conmueve. La fotografía perfecta de la esperanza. No se que tipo de relación tengan esas personas que oran con los enfermos en esta comunidad. Si son líderes o son allegados al enfermo; lo que si sé, es que en este mundo paralelo que ahora habito, es esa solidaridad de manada unida lo que los mantiene vivos y luchando. En un mundo El señor del gorrito azul nunca sabrá, que no solo iluminó el camino del que se iba, sino que su luz alcanzó para encender a los que andamos de paso.  

domingo, 17 de septiembre de 2017

Carta al Amor



"Por tí, a partir de ahora, buscaré
               los Siempres en los Jamases"
                 (La Elegancia del Erizo)

lunes, 24 de julio de 2017

Grito de la Musa

 SOY


Las hebras de cabello que bailan por mi rostro,
la piel canela que se traga los reflejos de la luna
las voces de las sirenas ululando en la noche
las estrellas titilantes del mar, reflejadas en el cielo.
Todo para vos, poeta.


Soy las células vibrantes de esperanza por tiempos nuevos,
soy una marcha de estudiantes por utopías aun no descritas,
encarno los dolores de una ecuación descabellada entre
las batallas que se ganaron y las vidas perdidas.
Como siempre para vos, poeta.


Soy ciudadana del mundo y habitante de tus poemas.
Soy el mar, las hojas, el viento, las caderas, 
Soy lo que te inspira, lo te duele, lo que te place.
Soy la juventud que te sigue escribiendo desde su mecedora en la luna.
Para siempre, para vos, poeta.


Soy la protesta hecha música, para cantarte al oido.
Soy la amante hecha sábana para acariciarte las soledades
Represento las mujeres que te han llevado al hastío
Y a los exhilios creativos donde los artistas…
hacen arte.


Abril 25, 2017

expedición No-Facebook

Hace 38 días, un paseo con mi familia me posó frente a un lago hermoso, lleno de veleros, con niños jugando a la orilla. Era como “Paseo en bote en el Sena” de Renoir, pero con menos ropa.  “Esto es digno de publicar en facebook” pensé al ver tanta belleza. Ahora, era tomar la decisión de que medio usaría: Mi Nikita semiprofesional que me ha regalado tan buenas capturas o mi smartphone en el que podía “compartir” inmediatamente lo afortunada que era.  Ello, me llevó a pensar cual era ahora mi orden de prioridades. Como quien no quiere la cosa, descaradamente, la tecnología se me había metido en la vida, en la rutina, en el despertar. Sin darme cuenta había cambiado la sonrisa de mi amado y su cálido “buenos días” por chequear mis notificaciones. Cambié el tinto ventaniado jugando a adivinar el clima por mi cita con la applicación de Wheather Network. Cambié, sentarme a leer el periódico por “corroborar” la veracidad de las publicaciones de Facebook... Si se murió Vicente por enésima vez, o quien publicó  la masacre de Kenia del 2015 de los 500 estudiantes que la gente postea una y otra vez sin fijarse siquiera en la fecha. En fin, un montón de pequeñas indignaciones que me robaban mis rituales y mi magia.  Si contar, con toda mi verguenza, que ya había recibido un par de haladas de oreja de mis amores porque estaba respondiendo en “piloto automático”.


Tomé la decisión: Un mes sin facebook y veremos que pasa. Como si lo hubiera dicho en voz alta me desperté de un tablazo. Me tocó mirar el lago y no mi teléfono, mis hijos y no sus fotos, mi esposo y no sus mensajes de texto, mi vida y no mis recuerdos.  La primera semana fue la peor. Como siempre he sido volatil de voluntades, o ligera de faldas, o con voluntad de puta lo primero que hice fue desactivar la cuenta y eliminar las aplicaciones. Eso me salvó del fracaso. Cual adicta en detox ese hormigueo en la mano y un montón de justificaciones en la cabeza para “echar una ojeadita no más” Gracias a Dios, había compartido este projecto de abandono con mi amado quien me llenó de besos las manos vacías. Luego, ver momentos hermosos y dedicarme a contemplarlos... no a “compartirlos”. Como puedo compartir algo que no poseo? Cómo transmitirles la belleza de algo que solo estoy viendo a través de la pantalla? 

Y así se pasó la segunda, la tercera semana... Viviendo más conciente de lo que solía hacerlo, disfrutando más las maravillas de la corporeidad. Sin contar, que el plan de datos me duró para todo el mes cuando venía pagando extras! Hace tiempo reconocí en mi vida ciclos de 2 años donde hago cambios radicales en mi rumbo. En Junio 15 de 2016 cumplí 2 años en Canada y me senté en la puerta de mi casa a esperar el nuevo destino. No pasó nada. Después de frecuentes lagrimeadas por mi crisis de inmigrante, porque no veía norte, porque tocaba puertas que no se habrían; todo empezó a tomar su lugar. Las cosas llegan cuando uno esta abierto a recibirlas y milagros comenzaron a pasar. Conseguí un trabajo los lunes como asistente médica y como cuando uno se casa es que aparecen los novios, esa misma semana, la primera de agosto, dos invitaciones a entrevista para posiciones de tiempo completo.  Para acortar el cuento, llegaron los milagros que estaba esperando: Dejé de ser desempleada, mi amado-amante regresa a su profesión y veo cerca la posibilidad de que mi familia venga a abrazarme. 

Ahora, mi ultimatum: Regreso a facebook.   Extraño mi país con su colorido, mis amigos, sus ocurrencias y sobretodo su inteligencia. Quiero saber sobre sus nuevos cortes de pelo, sus adquisiciones, sus fotos casuales; enviarles mi amor en sus fechas especiales.  Aun  más importante, seguir apareciendo en la vida de mis elegidos para que no se olviden de mí y me saquen del llavero.  Espero eso sí, hacerlo a conciencia y con intermitencia, para que los gygabites no se me roben  la vida. 


Aprendizajes del Corazón


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No! 

Así me respondió un paciente moribundo, cuando entendió mis intenciones de ponerle una máscara de no reinhalación para ayudarle a respirar mejor. No. Tengo la nariz quebrada y eso me molesta. Dijo mi traductora que él había dicho. Entonces, yo le dije a ella, que por favor le dijera, que el oxígeno que estaba recibiendo no era suficiente. Que yo notaba que le era muy difícil respirar. Que tal vez, si lo intentaba por cinco minutos usando la máscara, su incomodidad podría disminuir. No, me dijo él. Firme y respetuoso, abriendo sus ojos verdes claros  como para respirar mejor. Solo voy a esperar que me trasladen de hospital y que luego me transplanten el Corazón. Ahí, voy a poder respirar mejor. 
A sus 44 años ,él sabe que eso no va a pasar. Yo se que eso no va pasar. Los médicos, la intérprete, la familia… todos lo sabemos. Pero aquí, entre tanta muerte, La Muerte todavía es un tabú. 
Nací en un país paternalista, donde a la persona con una enfermedad terminal se le esconde su diagnóstico para evitarle sufrimiento. Es decisión de la familia. Así, la familia sufre sola el deterioro y pérdida de su ser querido, mientras el paciente, tambien solitario sufre su enfermedad y se hace el desentendido para no lastimar su familia.  Son dos soledades y dos dolores que no se discuten, pero se consideran mutuamente protectores.  Como futura moribunda, me complace saber que las cosas estan evolucionando; he presenciado el cambio de actitud frente a la muerte. Cada vez, el candidato a difunto es más tomado en consideración. Estamos haciendo preguntas acerca de no reanimación, intubación y procedimientos a las persona que serán directamente afectadas por ellos.
Por otra parte, soy residente de un país donde los tabues no existen. La sexualidad, las adicciones, las fobias, las perversiones son abiertamente discutidas. La muerte, el aborto, la eutanasia estan al lado de las galletitas en la mesa del té. La familia se puede rasgar las vestiduras pero es la decisión del paciente la que se respeta. Es así como una mujer después de someterse a tratamientos de fertilidad queda embarazada de gemelos; situación bastante común después de este tipo de procedimientos, donde te ponen en la barriga más de un embrión a ver cual pelecha. Pero luego, esta misma mujer y el mismo equipo médico, basándose en su edad y el riesgo que ese embarazo signficaba para su salud, deciden que mejor uno… no dos. Y tin-marin-de-don-pingue, decidir cual feto es el no deseado castanear los dedos y ya esta. 
Miro al  jóven de los ojos verdes mientras se mueve como un pez recién sacado del agua, batiendo sus agallas y esperando por su nuevo Corazón, está solo en su lecho. Observo a su familia rumiar el dolor en el corredor, como lobos enjaulados, también solos. Y veo como los médicos miran el monitor desde su sala de descanso esperando por lo inevitable, incluso deseándolo a ver si así,  la incomodidad de La Muerte se retira de la sala de espera. 
Y yo desde mi esquina, saturando 98% sin oxígeno, con mi experiencia trasatlántica médica y antropológica, inútil como la máscara de no reinhalación aun en la bolsa que apreto a mi pecho.

(44 días fuera de casa. Aprendiendo a practicar lo que creí que sabía. Ha contemplar, a no intervenir, a no tener un rol, a no ser importante. Y del jóven de los ojos verdes, re-aprendí a decir No.  Hoy renuncié a mis clases de ruso)

domingo, 2 de julio de 2017

Subjetiva evaluación de Moscú en un día


Moscú, Junio 9, 2017
(viajar sola a Moscú y sobrevivir)

Esta visita me toma por sorpresa. Vida convulsionada por estos días entre la marejada de las emociones: las despedidas, las incertidumbres, las dudas acerca de mi salud mental y sobre la sabiduría de iniciar este proyecto. Por eso, Moscú, a diferencia de París me cogió mal parada. 

Despedirme por casi 180 días de mis vástagos y amante me distrajo de muchas maravillas. Los ojos hinchados de las lágrimas trasatlánticas me encegueció de ver el anochecer desde el avión que solo dura dos horas. Lloré por por 5999Km hasta quedarme dormida. Me desperté en otro continente sin marcha atrás. De vuelta a las carreras, corrí en el aeropuerto de París para alcanzar mi vuelo a Moscú. Después de un  café negro y la aceptación de lo ineludible, abrí los ojos. 

Desde el avión, Moscú es una colchita de retazos. Se diferencian bien las casitas rurales del inicio de la metrópoli. Estos rusos, no se van por la tangente. Son gente práctica, funcional… minimalista. No sonríen ni saludan y van directo al grano. Mi limitación con el idioma es abrumadora, me siento como una párvula con mil necesidades y sin ni siquiera el llanto para transmitirlas. 2 horas de congestión vehicular desde el aeropuerto, acompañada con un conductor que sabe lo mismo de inglés o español que yo se de ruso.  Nos emparejamos en el aeropuerto porque el llevaba el logo de “La Oficina” y yo tenía en mi maleta una camiseta que le hacía juego.  A parte de ese “match”, el pudo haber sido un sicópata o yo el ángel de la muerte y ninguno nos dimos por enterados. 

“La Oficina” tiene un gusto espléndido por sus locaciones. Siempre me pone en el corazón de los lugares que quiero visitar. Así pues, mi mansión temporaria, esta al frente del Kremlin y el Rio Moskva. Desde mi ventana, la maravillosa vista de la Catedral Ortodoxa de Cristo el Salvador (nota del autor, solo con fines de chicanear: Es la Iglesia Cristina Ortodoxa más alta del mundo). Otra particularidad de este edificio centenario es que cuando Stalin se vino para el Moscú, como era medio paranoico (por qué sería?) puso a todos sus empleados gubernamentales en el mismo edificio, en una isla pequeña al frente del Kremlin… Si señoras y señores, con sus fantasmas cohabito hoy.  Ciudadela de bloques, cerrada, con apartamentos espaciosos y oscuros. Techo a doble altura para que nos acomodemos los cuerpos gravitacionales y los espíritus volátiles. Piso de madera que traquea toda la noche avisando nuestros pasos para que no nos pisemos las mangueras. Y un desgraciado espejo frente a la puerta principal donde me reflejo yo, pero que me ha sacado el alma un par de veces al desconocerme y ver en cambio, otros reflejos. 

Como yo no soy moscovita, puedo andarme con rodeos. Después de una merecida siesta en posición horizontal, estaba lista para la calle. Dos celulares con GPS por si alguno le daba por hacerme una mala pasada. Itinerario construido con las uñas; porque, válgame mi suerte, mi único día en Moscú, el Kremlin no está abierto al público (tarea aprendida con las millas: Chequear el horario de mis atracciones turísticas y humanas). Pero si caminaba 45 minutos en dirección norte, podría matar dos pájaros de un tiro: Llegar a “La Oficina” y cargarme de historia en La Plaza Roja. 

Moscú es bella, intimidante, poco acogedora. Es como un museo gigante construido a punta de dolor, sangre y guerra. Sigue clamando su poderío con sus estatuas enormes y contestatarias, con sus miles y miles de muertos; porque aquí, el Fin Justifica los Medios. La sed por el trono de oro sigue latente. Es mi sensación que El Imperio sigue vivo. 

Los moscovitas son rubios, cachetones, de ojos claros. Altos, pero no tanto como me lo esperaba para haber hecho, deshecho y hacer retirar a Napoleón. Las chicas son bellas, sin un código de moda tan marcado como en París… Se les ve en jean, minifalda o vestido de coctel. Con cabellos bien peinados y maquillaje en su punto (no boquitas rojas, no no no). Cada quien camina a su ritmo y a su rumbo. No saludos callejeros, no sonrisas sorpresivas. 

Moscú, para resumir, es una pasarela fantasmagórica, donde excepto por el reflejo luminoso de los transeúntes en las vitrinas de boutique,  uno no sabe quien esta vivo y quien esta muerto.  Así como en mi apartamento, etéreos y corpóreos nos esquivamos. 

Nota 1: Opinión absolutamente personal y sesgada a un solo día de viaje. Acepto invitaciones para ampliar mi perspectiva. 

Nota 2: Para entender de lo que hablo por favor vea este video. 

https://youtu.be/HWPEWne8F6Q

Nota 3: este blog esta muy viajador. Tips para viaje, secretos, cultura y moda aprendidos también disponibles. Dígame que quiere saber y le cuento. 

domingo, 11 de junio de 2017

Invitación General - RSVP-

(Caucasus Region 1994 -wikipedia)


Pasa la vida. Cambian los proyectos, las metas. Lo que antes veíamos como imprescindible, hoy nos estorba. Bailamos, bailamos, nos sacudimos, nos liberamos. 

Cambios en el blog que deben ser advertidos. Ha sido hasta ahora un buen ejercicio. Como un buen amante que te pone a sudar, a gemir, a llorar; luego te da un baño en agua tibia, masaje con jabón aromático y con un beso en la frente, se despide; dejándote exhausta, libre y límpia. Este “espacio” ha sido un catalizador de asuntos varios, que de otra manera me demoraría el triple en procesar. De pequeña, solía hablar sola y funcionaba bien, hasta que mi hermano me dijo que solo los locos hablaban solos (cosa que después me reforzaron en la facultad de medicina) y por eso, baje la voz hasta un susurro que luego se convirtió en esto. 

(Oh oh.. Sigo lléndome por las ramas. -Tangencialidad diría mi profe de Psiquiatría-. Sin embargo, no es criterio mayor para ningún trastorno, entonces es un gustito que me permito). 
Volviendo al tema (si es que alguna vez ha habido uno); estos meses han sido organizadamente caóticos. Pasan dos mil cosas a la vez, sin mi control pero con mi consentimiento. Siempre La Magia presente. Todo se las arregla para caer en el momento perfecto, en el tiempo preciso. Después de haber soñado con ahínco poder viajar, estos últimos par de meses he viajado hasta en el tiempo: París, Toronto, Vancouver, Moscú. El  Caúcaso -a partir de este momento “La Quinta Porra”- (Bien sabía mi más-que-profe de Salud Pública que aquí iría a parar. El mismo me compró el tiquete un par de ocasiones que me expulsó de clase durante mis tiempos de a-lumna)(Y gracias Eli Gomez por hacerme enviar al exilio).  En cuanto al tiempo:  A París envejecí seis horas, a Vancouver rejuvenecí dos. Heme aquí con otras siete horas de edad a cuestas. Ya veo indicios de demencia. 

“Así como todo cambia, que yo cambie no es extraño”. Desde este nuevo escenario, con un mundo nuevo por descubrir, sin Bombón-amante que me entretenga y con serias dudas acerca de mi bienestar mental/emocional, seguiré hablando sola y lléndome por las ramas. 

Si te da por acompañarme o lo has hecho antes leyendo las burradas egoístas y sinsentido que escribo, abrocharte el cinturón porque va a ser mucho de lo mismo. Frivolidades de mi cotidianidad en la Quinta Porra, mis recorridos a través de mis ojos. Un blogcito cursi y light. Tal vez cuando nos veamos, podamos compartir una tacita de café y El Lado Oscuro de la Luna. (ah, y para entonces, no te sorprendás de mis canas y mis arrugas. Acordate que envejecí siete horas de un halón!)

viernes, 24 de marzo de 2017

Mamita asustada (por no decirlo peor)


Después de que me felicitan por mi nuevo trabajo con MSF, la siguiente pregunta es: Y los niños? Obviamente la intención es asegurarse de que tengo un plan para ellos, son personas que me quieren y que esconden detrás de esa pregunta un " Hay algo en lo que te pueda ayudar?"
Pero es inevitable sentir la punzada, agudita al principio, taladrante al final. Soy la reencarnación de La Llorona, vagando por el mundo y pensando (esperemos que la locura no me lleve a gritarlo) "dónde están mis hijos?"

Todo es tan claro! No dudo un segundo de mi intención de irme por mi crecimiento personal, profesional y mi obligación de aportar un granito de arena a la desequilibrada balanza de la justicia (sin contar el inútil ego que produce hacer parte de una organización humanitaria). Esto es algo que debo y quiero hacer. El momento es ahora.

Sin embargo, eso no mengua el dolor de pensar en la niña que encontraré siendo mujer, en el niño que encontraré siendo mas sabio sin yo haber estado ahí para disfrutarlo.  Duele, egoistamente, saber que no seré más necesaria en sus vidas, aprenderán a alcanzar y calcular la dosis de acetaminofén, a calentar los panqueques, ha cobijarse solitos y orar en la oscuridad.

Momento de lucidez. Todos los padres somos "culpables". Ese chip se activa cuando nos fecundan o fecundamos (hablando no solo de la fecundación uterina  sino también de la fecundación del  alma en la adopción). Nunca seremos lo suficiente: sanos, sabios, maduros, buenos ejemplos, trabajadores inagotables pero también con todo el tiempo del mundo para rodar sobre las praderas; con energía inagotable, con finanzas autosostenibles, con creencias espirituales indiscutibles (ser perfectamente creyente o perfectamente agnóstico)... Ahora, mi látigo es el viaje pero si no fuese así habría otro. Lo entiendo, estoy haciendo lo que creo conveniente por mí, por ellos, por la humanidad... eso debería ser suficiente.

Momento de lucidez borrosita por las lágrimas: Y el besito matutino, y las loncheras, y los uniformes, y las películas aburridoras, y las historias de amores, y las lágrimas que mi pecho parecían sanar...

Se que todo estará bien. Pero al sacar la maleta, lo primero que aparece para empacar, son mis nostalgias.




martes, 24 de enero de 2017

Acto

I
Mientras me lames 
con tu saliva de tinta,
con tu dedo de pistón
delineo el camino de tu lengua  hacia el profundo precipicio de lo inevitable. 
Mis pezones erectos como puntas de sable
te empujan a pasar la línea divisoria hacia parajes prohibidos de brillante oscuridad. 
Y te veo desde lejos, tras la muralla de mi senos, 
acercándote distraído a  tu condena, mientras dibujas el bosquejo de tu muerte entre mis piernas. 

II
Voy a explotar en tu boca como mil mundos desconocidos,
 derramaré todo mi trópico sobre tí,
sobre tus ojos de kiwi, tu boca de sandía, tu lengua de banana, tu pene de almíbar. 
Explotaré mis colores de oscura laguna, de atardecer ardiente, de caos de ciudad,
para continuar derramando por mis surcos
el magma de tu saliva salada desprendiéndose de mí. 

III
Respiro calmada. Exhalo el placer. 
Te veo como mi objeto de ternura, mi amante adolescente, siempre nuestra primera vez. 
Toda tu piel me acaricia, me vibra, me lacera, me apuñala,
 me hace emplastos viscosos de tu semilla sanadora.
Duerme mi amante, recupera tu aliento, dividamonos de nuevo. 
Trabajemos en la excusa para fundirnos después. 

viernes, 20 de enero de 2017

Confesiones de una vegana fracasada



Después de ver "Food Choices" algo muy dentro de mí gritó: Tengo que hacer algo. Intentaré vivir con una dieta basada en plantas.

Día uno: 24 horas sin carne. Esto no está tan mal.

Semana 1: Yeah! primera semana  lograda. Me siento más liviana y con un propósito en la vida. Mi pequeño cambio debe estar teniendo algún efecto en el universo.

Semana 2: Esto es cada vez mejor: Baje 1 kilo sin ejercicio, me siento mas liviana. Mi estómago no vive distendido por la leche. Definitivamente menos gases (ascendentes y descendentes).  Tengo el cabello más brillante, tengo la piel con menos acné. Necesito aprender mas sobre esto.

Semana 3: soy capaz de comerme una vaca entera. Ellas también tienen propósito en la vida! Quiero caaarne. El kilo que había bajado volvió, acompañado del acné. La tocineta del desayuno huele rico. Sabía que esto iba a pasar. Pero descubro las salchichas, el salami, el tocino y toda la variedad de "carnes ficticias".

Semana 4: Oh oh... Parezco Donald Trump. Soy amarilla. Exhalo betacaroteno. Se siente bien. El huevo y el queso retornan a mi dieta. Los extrañé tanto chicos!

Mes 2: Poco a poco voy encontranto mi equilibrio. Me gustaría ser vegana pero por ahora me quedó grande. Un paso a la vez y debe ser un paso feliz. No un paso de restricciones. Se siente bien, tan bien como cuando comía carne pero sin carne. Mi ingesta de vegetales es tres veces la que era hace 2 meses. Eso es un cambio que quiero conservar. He conocido variedad de alimentos y de recetas placenteras, es como abrir otra puerta.

Aquí me quedo otro ratito
Por mí: más frutas y verduras, más energía, menos riesgo de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.

Por el planeta:  quiero disminuir mi huella de carbono. " La culpa es de la Vaca". El negocio de las vaquitas es mucho más deletereo para el ambiente que todos el transporte vehicular. El agua requerida para alimentar los animales, el transporte de estos entre proceso y proceso (desde la inseminación hasta el matadero) son más grandes de lo que nuestro planeta puede tolerar. En Brazil, 5.6 millones de acres fueron deforestados para crecer alimento para las vaquitas europeas.   Sin contar que con lo peorritas que son, ese metano producido se nos esta saliendo de las manos. Han escuchado del efecto invernadero?

Y por los animalitos. el engorde masivo de cárnicos es absolutamente deplorable.  Cuando pensamos en las vaquitas que comemos, las vemos pastando, felices o con sus terneros mamando. No es así: las vacas son inseminadas una y otra vez para que tengan más y más crías. Son separadas inmediatamente de sus terneros y puestas en espacios confinados en máquinas que las ordeñan sin parar. No puedo evitar comparar eso con "me violan, me quitan el bebé y se me pegan de las tetas con máquinas para secarme la leche". Es así como un sentimiento de animalismo-feminista.


Eh ahí mi fracaso. Todavía me falta desenamorarme del huevo y los quesos. Estoy en busca de otro amor que llene esos espacios para intentarlo de nuevo.  La buena noticia es que cada vez que preferimos una dieta basada en plantas estamos haciendo el cambio.  Entonces, seguiré con mi plan un día a la vez. 

(Nota del autor: La cerveza es vegana)