domingo, 11 de junio de 2017

Invitación General - RSVP-

(Caucasus Region 1994 -wikipedia)


Pasa la vida. Cambian los proyectos, las metas. Lo que antes veíamos como imprescindible, hoy nos estorba. Bailamos, bailamos, nos sacudimos, nos liberamos. 

Cambios en el blog que deben ser advertidos. Ha sido hasta ahora un buen ejercicio. Como un buen amante que te pone a sudar, a gemir, a llorar; luego te da un baño en agua tibia, masaje con jabón aromático y con un beso en la frente, se despide; dejándote exhausta, libre y límpia. Este “espacio” ha sido un catalizador de asuntos varios, que de otra manera me demoraría el triple en procesar. De pequeña, solía hablar sola y funcionaba bien, hasta que mi hermano me dijo que solo los locos hablaban solos (cosa que después me reforzaron en la facultad de medicina) y por eso, baje la voz hasta un susurro que luego se convirtió en esto. 

(Oh oh.. Sigo lléndome por las ramas. -Tangencialidad diría mi profe de Psiquiatría-. Sin embargo, no es criterio mayor para ningún trastorno, entonces es un gustito que me permito). 
Volviendo al tema (si es que alguna vez ha habido uno); estos meses han sido organizadamente caóticos. Pasan dos mil cosas a la vez, sin mi control pero con mi consentimiento. Siempre La Magia presente. Todo se las arregla para caer en el momento perfecto, en el tiempo preciso. Después de haber soñado con ahínco poder viajar, estos últimos par de meses he viajado hasta en el tiempo: París, Toronto, Vancouver, Moscú. El  Caúcaso -a partir de este momento “La Quinta Porra”- (Bien sabía mi más-que-profe de Salud Pública que aquí iría a parar. El mismo me compró el tiquete un par de ocasiones que me expulsó de clase durante mis tiempos de a-lumna)(Y gracias Eli Gomez por hacerme enviar al exilio).  En cuanto al tiempo:  A París envejecí seis horas, a Vancouver rejuvenecí dos. Heme aquí con otras siete horas de edad a cuestas. Ya veo indicios de demencia. 

“Así como todo cambia, que yo cambie no es extraño”. Desde este nuevo escenario, con un mundo nuevo por descubrir, sin Bombón-amante que me entretenga y con serias dudas acerca de mi bienestar mental/emocional, seguiré hablando sola y lléndome por las ramas. 

Si te da por acompañarme o lo has hecho antes leyendo las burradas egoístas y sinsentido que escribo, abrocharte el cinturón porque va a ser mucho de lo mismo. Frivolidades de mi cotidianidad en la Quinta Porra, mis recorridos a través de mis ojos. Un blogcito cursi y light. Tal vez cuando nos veamos, podamos compartir una tacita de café y El Lado Oscuro de la Luna. (ah, y para entonces, no te sorprendás de mis canas y mis arrugas. Acordate que envejecí siete horas de un halón!)